Entrevista realizada a D. MARIO ALONSO PUIG, MÉDICO Y DIVULGADOR
CIENTÍFICO
Docente de I. E. Business School y
ex-profesor de la Universidad de Harvard, nacido en Madrid, 1955 es conocido
por sus ensayos, libros de autoayuda y como conferenciante. Ha escrito cinco
libros sobre "bienestar psicológico"
¿Qué relación hay entre el pensamiento
y la comida?
Los niveles de glucosa afectan al
cociente intelectual. Las grasas que tomamos influyen en el estado emocional y
cuando nos faltan aparece la depresión y la ansiedad. Cuando faltan
determinados nutrientes, minerales como el manganeso o el zinc y las vitaminas,
que sucede bastante comúnmente, afectan a la memoria y a la capacidad de
aprendizaje.
¿Cuál es la dieta idónea para un buen
funcionamiento del cerebro?
No comer hidratos de carbono
procesados. El combustible deben ser los hidratos de carbono complejos, que
proceden de los vegetales y de las frutas con bajo índice glucémico, que tardan
tiempo en transformar la fructosa.
Lo que no interesa para un buen funcionamiento
cerebral son los picos de glucosa. Además necesitamos carne, huevos y leche.
También debemos consumir mucho más pescado, del tipo de sardinas, arenques,
boquerones, salmón y atún. El ideal es tomar tres veces a la semana.
Los huevos también tienen muy mala
prensa, pero disponen de una gran cantidad de omega 3 y de fosfolípidos, que
determinan la velocidad con la que las neuronas se comunican.
También son preferibles los granos
integrales a los procesados, que además de almidón tienen vitaminas, minerales
y fibra.
Normalmente los hidratos procesados se
vinculan a la obesidad, no a la salud mental.
Se sabe que los picos de glucosa,
seguidos de picos de insulina, dan lugar a irritabilidad, déficit de atención y
problemas en la memoria.
Cuando se empieza una dieta, ¿cómo
afecta a la mente?
Mucho. Lo que más ha impresionado a la
investigación en este campo es que hay personas que han mejorado de una
depresión mucho más regulando su alimentación que con antidepresivos.
Hay gente que cuando empieza una dieta
dice estar más irritable.
Una forma de reducir la ansiedad es la
comida. En el momento que esa fuente de calmar la ansiedad la quitas, es normal
que surja esa ansiedad. Estamos rompiendo un paradigma, normalmente nos fijamos
en que la comida esté rica, pero nos olvidamos que la comida tiene un fuerte
impacto en la salud mental.
Uno de los grandes descubrimientos
consiste en que en muchas enfermedades mentales se ha observado inflamación
cerebral. Los omega 3, por ejemplo, son uno de los mejores antiinflamatorios
cerebrales.
¿Recomienda tomar suplementos
vitamínicos y minerales?
Sí, recomiendo tomar complementos
vitamínicos y minerales a todo el mundo y que se tomen todos los días. Los
suelos son mucho más pobres y no podemos considerar que nuestra dieta hoy es
suficiente para cubrir las necesidades del tejido cerebral.
¿Y qué ayuda a parte de la dieta?
Conversar de cosas que generen ilusión.
Reírse ya que tiene un efecto sobre los neurotransmisores. El ejercicio físico,
que mejorar las conexiones entre las neuronas y el ánimo. Y, en último lugar,
la meditación, el silencio por el que una persona consigue parar los
pensamientos perturbadores.
¿Cómo afecta la negatividad de la
crisis a nuestra salud mental?
Un estudio de la Universidad de Harvard
dice que el 60% de las consultas a los médicos tienen alguna relación con las
aflicciones, por lo tanto, un estado de ánimo bajo afecta a la salud.
También se sabe que cuando una persona
cae en un estado de frustración y de desesperanza hay cambios muy profundos en
el comportamiento cerebral, y la zona pre-frontal recibe menos sangre, lo que
afecta a la hora de tomar decisiones, de aprender deprisa y adaptarse a nuevos
entornos.
La crisis nos puede resultar muy
difícil, pero con nuestro estado de ánimo podemos hacer que una situación sea
superable. El desanimo no da nada y quita mucho.
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