viernes, 17 de mayo de 2013

SER FELICES Ó ¿CÓMO REGENERAR ENDORFINAS EN NOSOTROS MISMOS?




Existen quizás tantas definiciones de la Felicidad como personas y escuelas filosóficas, así que la Felicidad puede ser un estado de ánimo, una meta, un deseo universal,  una anticipación de refuerzo, etc, etc.

Bajo el punto de vista del psicólogo Rojas Marcos, él expone tres indicadores de felicidad:

Ø  Una Autoestima Favorable
Ø  Un sentimiento de Control Interno de nuestra propia vida
Ø  Un Talante Optimista y Comunicativo
Ø  Una buena Capacidad para Adaptarse a los Cambios y a los retos

A lo que podemos añadir  lo postulado por Viktor Frankl respecto a:

Ø   Buscar y encontrar un sentido a la existencia

Si unimos todos estos preceptos tendremos un bosquejo de la guía que nos puede ayudar a ser más felices “con frecuencia”.
 Y digo con frecuencia porque la Felicidad no es un estado permanente al que se llega y ya está, sino porque la Felicidad está constituida por momentos puntuales que tenemos a lo largo del día y que hemos de empezar a reconocer.


Sé que parece que si pasan cosas desagradables, nuestros pensamientos necesariamente serán negativos… pero en realidad siempre estamos eligiendo, aunque sea de una manera inconsciente.

Muchas cosas maravillosas suceden todo el tiempo. Son pequeños milagros, que normalmente pasamos por alto por considerarlos ordinarios, con los que podemos despertar en nosotros una permanente emoción de gratitud.

Aunque le parezca difícil, voy a dar algunas Instrucciones para sentirse bien:

Serénese, aquiétese, relájese.
Sonría levemente.
Experimente asombro por estar vivo, por sentir, por pensar…
Mire, toque, escuche, todo lo que le rodea.
Abra y cierre los ojos.
Respire el aire
Mantenga encendida la gratitud alimentándola con esos incontables milagros cotidianos.

Recuerde: corrió por una playa alguna vez?, le hicieron un regalaron inesperado? recibió un  beso?. 
Piense en sus amigos, en sus amores, en sus mascotas. Piense en sus padres y en sus hijos…Sienta las emociones que estos pensamientos le traen.

Ahora no piense más.

Bien, esa es la emoción.
Experimente esa serena alegría, reténgala, recuérdela. Mientras permanezca en ese estado su cerebro estará generando endorfinas (sustancias que generan una sensación de placer)

El desafío es conservar la felicidad aún sin regalo, sin besos y sin playa: ante todo descarte inmediatamente el dolor por lo que pasó y la preocupación por lo que vendrá. Y luego, para que nunca le falte, comparta su felicidad generosamente con todos los demás.

Aportaciones de Axel Piskulic

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